El término "románico", reservado en un primer momento a la arquitectura y después extendido también a la escultura y la pintura, se usa para calificar las manifestaciones artísticas que surgieron en el occidente europeo entre los siglos XI y XIII. Cronológicamente, el románico se inscribe entre el arte prerrománico, que le sirvió de antecedente en algunos aspectos, y el arte gótico, que lo superó en monumentalidad y extensión.
Un Arte Cristiano y Europeo
A diferencia del arte prerrománico, el románico aporta la novedad de ser un arte europeo. Fueron exactamente los germánicos quienes difundieron este estilo artístico por toda Europa, a través de las autoridades religiosas. Asimismo, esta nueva corriente se difundió como un estilo único por estar orientado a lo cristiano y expandir la religión católica. Para ello, se centró en la construcción de edificios destinados a la plegaria y a la peregrinación (iglesias y monasterios), y los decoró con esculturas y pinturas que reproducían grandes pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Esta era una forma original de adoctrinar gráficamente a aquellos fieles seguidores que no sabían leer ni escribir. Estos dibujos parecían representar "Biblias en piedras". Por otro lado, durante el nacimiento y difusión del románico, se fueron creando dos tendencias: el románico lombardo o primer románico, el cual nace en Lombardía a fines del siglo X y se extiende por Francia , y el románico francés o románico pleno, que nace algo después en Francia, difundiéndose por toda Europa.
LA ARQUITECTURA
La arquitectura románica debe su nombre al arte romano, del que adoptó algunos de sus elementos mas característicos, como el arco de medio punto. No obstante, y aunque tomó sus elementos estructurales de diversos estilos precedentes, el románico supo mezclarlos con una concepción nueva y les dio una presonalidad propia muy bien definida. Así surgieron los edificios de gruesos muros reforzados por contrafuertes y provistos de muy pocas ventanas para no restarles capacidad de soporte. Dentro de estos muros, en un interior más bien oscuro, gruesos pilares con columnas adosadas, enlazados por pocos arcos de medio punto, sostienen grandes bóvedas de cañón divididas en tramos por arcos fajones. Ésta es la estructura elemental de todos los edificios románicos, grandes y pequeños, que se repite con algunas variaciones, como los campanarios perforados por multitud de ventanas características del románico lombardo. A veces, los arcos de medio punto salen también al exterior del edificio y se convierten en un elemento decorativo en forma de galerías de arcos o de arcuaciones. Esta estructura fue la que el románico empleó en los dos tipos de construcciones que más proliferaron: iglesias y monasterios.
Iglesias y Monasterios
La Iglesia románica es un templo, grande o pequeño, generalmente con planta de cruz latina con el brazo mayor divido en tres o cinco naves y el menor, denominado transepto, de una o tres naves. La nave central, normalmente de mayor tamaño que las laterales, termina en un ábside semicircular cubierto con cúpula de cuarto de esfera, mientras que las naves laterales pueden terminar en sendos ábsides o en un corredor llamado deambulatorio, que rodea la capilla mayor y en el que se abren otras capillas radiales. Sobre el crucero,el espacio donde se cruzan los dos brazos de la cruz, se alza el cimborrio, y a veces, sobre las naves laterales, discurre una galería que recibe el nombre de triforio. La portada de estas iglesias, que unas veces es única y otras veces triple, está constituida generalmente por una serie de columnas adosadas, las jambas, que sostienen un conjunto de arcos abocinados llamados arquivoltas. Las arquivoltas delimitan, junto con el dintel de la puerta, un espacio, el tímpano, de cuya parte inferior surge a veces una columna o pilar que divide en dos mitades la puerta: el parteluz. Todos estos elementos suelen ser aprovechados como soporte de una riquísima decoración escultórica que convierte las portadas románicas en focos principales de la escultura del mismo estilo.
El Arte Románico en la actualidad
Dentro del panorama de los hombres expresivos de nuestros tiempos, la capatación del arte románico adquiere mayor interés. La inquieta sensibilidad del hombre de hoy, el cual huye d elo naturalista para incoorporarse en la abstracción, se siente en cierto modo, seducido ante los valores estéticos que da un arte sincero y altamente emotivo, que supo salir de la materia no mixta.
Quizás todavía este interés estriba solo en la presencia del hecho de ser una realidad lograda. Por ello, sorprende el impacto que produce en su comtemplación después de haber experimentado una carrera sucesiva de estilos en arte, iniciada aun antes del renacimiento, que vino a acabar con todo pensamiento románico. Cautiva por el redescubrimiento, que las nuevas generaciones presencian frente a la conciencia que lo reincorpora al tesoro de los valores estéticos.
Quien profundice, espero en la razón del ser del arte románico descubierto, con un análisis más detenido, la íntima trascendencia que contiene al percibir la fuerza vital que arranca de su material expresivo y que al mismo tiempo logra penetrar con un gran grado de intensidad la seducción de un arte antiguo. La idea abstracta se reduce a símbolo o alegoría ante la percepción sensitiva.