Arte Neoclásico






ARQUITECTURA

La arquitectura puede ser analizada como una rama de las artes social y moral; La Enciclopedia le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento y en las costumbres de los hombres. Proliferan así las construcciones que pueden contribuir a mejorar la vida humana como hospitales, bibliotecas, museos, teatros, etc., pensadas con carácter monumental. Esta nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo arquitectónico de validez universal.

Nacen movimientos de crítica que propugnan la necesidad de la funcionalidad y la supresión del ornato en los edificios. Francesco Milizia (1725-1798) en Principi di Architettura Civile (1781) extendió desde Italia las concepciones rigoristas a toda Europa. Mientras, en Francia, el abate Marc-Antoine Laugier (1713-1769) propugna en sus obras Essai sur l'Architecture (1752) y Observations sur l'Architecture (1765) la necesidad de crear un edificio en el cual todas sus partes tuvieran una función esencial y práctica y en el que los órdenes arquitectónicos fueran elementos constructivos y no sólo decorativos, todo ello para hacer una arquitectura verdadera: la construida con lógica.
Todos los arquitectos parten de unos supuestos comunes como son la racionalidad en las construcciones y la vuelta al pasado. Los modelos de los edificios de Grecia y Roma e incluso de Egipto y Asia Menor se convierten en referentes que todos emplean aunque desde puntos de vista distintos.
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que reproduce frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la sociedad civil. El perfil de los Propileos de Atenas le sirvió al alemán Carl Gotthard Langhans para configurar su Puerta de Brandeburgo en Berlín (1789 a 1791), un tipo muy repetido como atestigua la entrada al Downing College de Cambridge (1806) obra del inglés William Wilkins o la posterior Gliptoteca de Múnich de Leo von Klenze.


Puerta de Brandeburgo, Berlín.


Representación de la Acrópolis de Atenas. Obra del arquitecto y pintor Leo von Klenze.


También el inglés James Stuart (1713-1788), un arquitecto arqueólogo al que se ha llamado el Ateniense, en su monumento a Lisícrates en Staffordshire, reprodujo el monumento corágico a Lisícrates de Atenas. Los hermanos Adam extendieron por toda Inglaterra un modelo decorativo para interiores con temas sacados de la arqueología; una de sus obras más representativas es Osterley Park, con una notable estancia etrusca y un clásico hall de entrada (1775-80).
Italia prefirió recrear sus modelos antiguos ya bien avanzado el siglo XVIII y en los comienzos del siglo XIX. El modelo del Panteón de Agripa en Roma se repite en un gran número de templos, como el de la Gran Madre de Dio en Turín y San Francisco de Paula en Nápoles, ambos terminados en 1831, que reproducen el pórtico octástilo y el volumen cilíndrico del Panteón.

Otros arquitectos, los llamados utópicos, revolucionarios o visionarios, plantearon edificios basados en las formas geométricas. No despreciaron la herencia del pasado clásico y, aunque respetaron las normas de simetría y la monumentalidad, sus edificios son a veces el resultado de la combinación caprichosa de las formas geométricas. Étienne-Louis Boullée (1728-1799) y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806) encabezaron esta postura; entre la gran cantidad de proyectos no construidos merece la pena mencionar el Cenotafio para Isaac Newton concebido por Boullée como una esfera, representación del modelo ideal, levantada sobre una base circular que había de cobijar el sarcófago del científico. Ledoux ha dejado edificios construidos, entre ellos una parte de la utópica ciudad industrial de las Salinas de Arc-et-Senans, de planta circular en el Franco Condado o el conjunto de la Villette en París.


Cenotafio para Isaac Newton.

Entre uno y otro grupos aparece una tercera categoría, la arquitectura pintoresca, a partir de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII, ordenados de forma natural lejos del geometrismo del jardín francés. En esta arquitectura se valora la combinación de la naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en el paisaje natural de edificios que remedan las construcciones chinas, indias o medievales. Este juego de formas caprichosas y el aprovechamiento de la luz buscan suscitar sensaciones en el espectador. Horace Walpole (1717-1797) construyó en Londres (Inglaterra), Strawberry Hill (1753-1756) una fantasía gótica de la que su autor dijo que le había inspirado para escribir una novela gótica, una expresión del efecto inspirador de la arquitectura. También William Chambers (1723-1796) creó un conjunto pintoresco en los Jardines de Kew (Londres) (1757-1763) con la inclusión de una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las arquitecturas orientales.


ESCULTURA

También en la escultura neoclásica pesó el recuerdo del pasado, muy presente si consideramos el gran número de piezas que las excavaciones iban sacando a la luz, además de las colecciones que se habían ido formando a lo largo de los siglos.

Las esculturas neoclásicas se realizaban en la mayoría de los casos en mármol blanco, sin policromar, puesto que así se pensaba que eran las esculturas antiguas, predominando en ellas la noble sencillez y la serena belleza que Winckelmann había encontrado en la estatuaria griega. En este mismo sentido habían ido las teorías de Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) que en su libro Laocoonte, o de los límites de la pintura y de la poesía (1766) había tratado de fijar una ley estética de carácter universal que pudiera guiar a los artistas; sus concepciones sobre la moderación en las expresiones y en el plasmado de los sentimientos son reglas que adoptará el modelo neoclásico.

Así, los escultores de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, crearán obras en las que prevalecerá una sencillez y una pureza de líneas que los apartará del gusto curvilíneo del Barroco. En todos ellos el desnudo tiene una notable presencia, como deseo de rodear las obras de una cierta intemporalidad. Los modelos griegos y romanos, los temas tomados de la mitología clásica y las alegorías sobre las virtudes cívicas llenaron los relieves de los edificios, los frontones de los pórticos y los monumentos, como arcos de triunfo o columnas conmemorativas.
El retrato también ocupó un importante lugar en la escultura neoclásica; Antonio Canova (1757-1822) representó a Napoleón como Marte (1810, Milán) y a su hermana Paulina como Venus Victrix (1807, Roma) tomando así los modelos de los dioses clásicos. No obstante otros prefirieron un retrato idealizado pero al tiempo realista que captara el sentimiento del retratado, como Jean-Antoine Houdon (1741-1828) con su Voltaire anciano (Museo del Hermitage) o el bello busto de la Emperatriz Josefina (1806, Castillo de Malmaison) de Joseph Chinard (1756-1813).

Antonio Canova (1757-1822) y Bertel Thorvaldsen (1770-1844) resumen las distintas tendencias de la escultura neoclásica. Mientras Canova llega al clasicismo desde una formación barroca y configura un estilo de gran sencillez racional, el danés Thorvaldsen siguió más directamente las teorías de Winckelmann hasta conseguir un estilo voluntariamente distante y frío que debe mucho a la estatuaria griega. Su Jasón o Marte y el Amor reflejan esa fidelidad al modelo griego.


Eros y Psique de Antonio Cánova.



El primer éxito de Thorvaldsen fue el modelo para una estatua de Jasón.




PINTURA

Los pintores neoclásicos buscaron su inspiración en la antiguedad grecorromana, coin una temática heroica y llena de grandeza. No obstante, la escacez de modelos grecorromanos, a escpeción de los frescos pompeyanos o la cerámica griega, les condujo a una expresión menos homogénea del ideal de belleza neoclásico.

Retratos, temas de la mitología y de la pintura hist´´orica así como hechos contemporáneos encontraron su expresión en obras caracterizadas por la claridad compositiva el predominio de la línea, contornos y volúmenes nítidos, precisos y un cromatismo frío.

Es estética neoclásica. Obras como el Juramento de los Horacios plantean un espacio preciso en el que los personajes se sitúan en un primer plano; el predominio del dibujo. Jean Auguste Dominique Ingres (1839-1867) aunque no fue un pintor neoclásico, tiene obras -como La Fuente- que representan este movimiento artístico.

Los pintores, entre los que destacó Jacques-Louis David, reprodujeron los principales hechos de la revolución y exaltaron los mitos romanos, a los que se identificó con los valores de la revolución.


La fuente, obra de Ingres.




Paternon de Brandersburgo

La Puerta de Brandeburgo es una antigua puerta de entrada a Berlín y uno de los principales símbolos tanto de la ciudad como de Alemania. No se trata de un arco del triunfo, sino que era el acceso, a modo de propileos, al "Nuevo Berlín" de la época. Está situada en el centro actual de la ciudad, en la Plaza de París, formando el final de la avenida Unter den Linden y marcando el comienzo del gran parque Tiergarten y de la avenida Straße des 17. Juni. En las cercanías también se encuentran el Reichstag y la Potsdamer Platz. Importantes sucesos en la historia de Berlín están ligados a la Puerta de Brandeburgo.



Puerta de Brandersburgo.


Arquitectura

La puerta de Brandeburgo, obra del arquitecto Carl Gotthard Langhans, es una construcción en piedra arenisca de 26 m de alto, 65,5 m de ancho y 11 m de largo según el estilo del Neoclasicismo temprano. Recuerda a los propileos de la Acrópolis de Atenas. Posee cinco zonas de paso, de las cuales la central es la más ancha, con dos puertas menores a los lados. Las columnas son de estilo dórico, estriadas, y en su base alcanzan un diámetro de 1,75 m. La parte superior y el interior de las zonas de paso están recubiertos con relieves que representan a Hércules, Marte y la diosa Minerva. Después del derribo de la muralla de la ciudad (1867/68), el discípulo de Friedrich Schinkel, Johann Heinrich Strack, colocó a ambos lados los dos pórticos mayores.

La puerta está coronada con una escultura de cobre de unos 5 m de altura, la Cuadriga, creada por Johann Gottfried Schadow, que representa a la diosa de la Victoria montada en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad.

 
Historia
 
 
Cuadriga ornamental en la Puerta de Brandeburgo, en Berlín.

 
La Puerta de Brandeburgo fue construida entre 1788 y 1791 durante el reinado de Federico Guillermo II de Prusia por Carl Gotthard Langhans, siguiendo el modelo de la puerta de acceso a la Acrópolis de Atenas. En este lugar se encontraba en esas fechas una de las 18 puertas de la muralla de la ciudad de Berlín.

En 1806, después de la batalla de Jena, la Cuadriga fue llevada a París por Napoleón para ser exhibida como trofeo de guerra. Antes de que esto sucediera, Napoleón fue derrocado. Tras la toma de París, el general Ernst von Pfuel fue designado comandante de una parte de la ciudad. A él se debe la recuperación de la estatua para Berlín. En 1814, tropas del general Blücher guardaron la estatua en cajas y la transportaron de regreso a Berlín, donde fue restaurada. Durante esta restauración la estatua experimentó un cambio significante, pues se le agregó la cruz de hierro diseñada por Schinkel.

Hasta 1918, solamente miembros de la familia real, sus invitados y miembros de la familia Pfuel tenían permitido usar el paso central de la puerta.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la Puerta sufrió graves daños y la Cuadriga resultó casi completamente destruida. El 21 de septiembre de 1956, el concejo municipal acordó reconstruir la Puerta pese a fuertes divergencias entre las autoridades de la ciudad dividida. A pesar de las acusaciones mutuas, ambas partes aunaron sus esfuerzos y lograron concluir el trabajo el 15 de diciembre de 1957. Las autoridades de Berlín Oriental decidieron rehacer la Cuadriga con los moldes originales, pero quitando el águila y la cruz de hierro por considerarlos símbolos del militarismo alemán.

Con la construcción del Muro de Berlín en 1961, la Puerta de Brandeburgo quedó en tierra de nadie, sin acceso del este ni del oeste. Solamente guardias de frontera e invitados especiales de la RDA tenían acceso al monumento.

En 1991, tras la reunificación de Alemania, la Cuadriga, que no había tenido ningún mantenimiento en 30 años, fue desmontada y restaurada. Durante esta restauración se le agregaron de nuevo el águila y la cruz de hierro. Entre enero de 2001 y octubre de 2002 se emprendió una restauración completa de la Puerta, que permaneció cubierta por 22 meses. La Puerta de Brandeburgo fue desvelada entre grandes festividades el 3 de octubre de 2002 (aniversario de la Reunificación de Alemania).

El 9 de noviembre de 2009, celebrando el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín, se llevaron a cabo diversos actos conmemorativos de la caída del muro, siendo la Puerta de Brandenburgo el escenario central de las celebraciones, entre ellos un concierto conmemorativo del grupo irlandes U2, Unas 100.000 personas participaron bajo la lluvia en el centro de Berlín de los festejos que Alemania organizó para conmemorar los 20 años de la caída del Muro de Berlín. La multitud se apostó lo largo de los mil dominós gigantes de poliestireno instalados en el centro de Berlín, que fueron derribados para simbolizar la caída del Muro, según los organizadores.