El Impresionismo

El impresionismo supone, de hecho, la culminación de una tedencia que marca toda pintura del siglo XIX: la preocupación por la luz desde los luminoso encuadres de las obras románticas a los poéticos paisajes de la Escuela de barbizon.Una luz que puede determinar de forma decisiva la percepción de la apariencia visual: la realidad no es algo tangible sino que sólo es perceptible para la mirada desde condiciones físicas muy variables.


El almuerzo campestre de Edouard Manet, Museo de Orsay, París.


En la década de 1860, algunos elementos permitían intuir las nuevas orientaciones que habrian de surgir a partir de 1875. Edourd Manet suscitó un virulenta polémica, en 1863, con El almuerzo sobre la hierba , obra expuesta en el Salon des Refusés en el que participaban los artistas rechazados por el Salón oficial. Con su obra, el artista fran´cés se convirtió en puente entre un particular concepción del realismo y el impresionismo, gracias al tratamiento de la luza y la composición, y a la plasmación del volumen no apartir del clarooscuro sino del violento contrste de la luz con las zonas de sombra mediante manchas de color yuxtapuestas y sin gradaciones, es decir, sinrecurris a correcciones intelectuales. La importancia de la luz y de la impresión, la variación arbitraria de la perspectiva, unas características que los impresionistas ivana llevar hasta sus últimas consecuencias.


LA LUZ Y SUS EFECTOS CAMBIANTES


Impresión, Sol naciente ( Museo Marmottan, París) de Claude Monet sirvió para bautizar a todo el grupo de pintores que expsuieron en el estudio del fotógrafo Nadar en 1874: los impresionistas.



La historia del impresionismo se inicia con la exposicion colectiva de 1874 en los slaones del fotógrafo Nadar, en la que participaban, entre otros, Claude Money, Camille Pisarro, Alfred Sisley Auguste Renoir y Edgar Degas. muchas de sus obras tenían una apreicnia inacaba, lo que daba una acusada sensación de inmediatez que irritó a los críricos y en especial a Louis leroy, que comentó sarcásticamente: " El papel pintado en su estado embrionario está mas acabado". eran artitas individualistas, con diferentes ideas y actitudes, pero unidos por el deseo de conseguir un mayor naturalismo en el arte, con unas obras de sorprendente frescura y con un protagonista esencial: la luz y sus efectos cmabiantes, que transforman continuamente los objetos. Los impresionistas salieron de sus talleres para pintar al aire libre marinas, paisajes vistas urbanas, bailes populares vistas fluviales, y la necesidad de cpatar la inmediatez y la vibración de los fectos lumínicos y atmosféricos determinó la adopción de una técnica dejecución rápida, sin retoques, con pinceladas más sueltas y vigorosas, en ocasiones cargadas de pasta, y otras veces diluyendo el óleo para conseguir una fluidez parecida a la acuarela.



Renoir, con Le Moulin de la Galette, (Museo de Orsay, París), se inetresó por la disolución de las formas mediante las vibraciones luminosas.



Las gamas cromáticas son mas suaves, luminosas, reservando para las sombras, que dejan de ser oscuras, los tonos complementarios, y con esto desaparecen los contrastes de claroscuro y la primacía del dibujo y la línea.



Serut prefirió pintar sus obras en su estudio , menos interesado en la inmediatez impresionista que por la formulación científica de la luz y el color.





ESCULTURA

A pesar de que el impresionismo fue un movimiento fundamentalemte pictórico, ejerció una influencia profunda en la escultura. Si en principio la plástica escultórica no parecía el lenguaje artístico más ideóneo para traducir las vibraciones atmosféricas, algunos escultores supieron introducir los contrastes y juegos lumínicos gracias a una serie de recursos técnicos, como al froma y la postura de las figuras para multiplicar los planos y la textura de las superficie fragmentada, en los que la luz actúa de las más diversas formas. Cabe destacar espcialemnte la obra de Medardo Rosso y la de Ausguste Rodin.

                                               
 Il birichino de Merdano Rosso, Museo de Arte del la Ciudad de Nigata.


El Beso, Rodin.

 


Neoimpresionismo

 
Neo-impresionismo es una palabra creada por el crítico de arte francés Félix Fénéon en 1887 para caracterizar el movimiento artístico de fines del siglo XIX liderado por Georges Seurat y Paul Signac, quienes primero exhibieron sus trabajos en 1884 en la muestra de la Société des Artistes Indépendants en París. El término de Fénéon señalaba que las raíces de estos desarrollos se situaban en las artes visuales del Impresionismo, pero se ofrecía, a su vez, una nueva lectura del color y la línea en la práctica de Seurat y Signac, y el trasfondo teórico de los escritos de Chevreul y Charles Blanc.

Georges serut llevaría el impresionismo hacia una formula rigurosa e intentaría desde 1882 reprsentar la realidad a partir de una construccion cientifica. Serut inventó un método, conocido como divisionismo, puntillismo o neoimpresionismo en el que los pequeños puntos de color puro puestos juntos a otros complementarios se funden en la mirada del espectador, cuando se ven desde una distancia, en nuevos colores y formas. EL preocedimiento queda perfectamente resumido en Un domingo de verano en la Grnade Jatte, escena típica impresionista, pero con una ejecución geométrica y construida que nadie tiene que ver con la inmediatez perceptiva de los impresionistas.


Un domingo de verano en la Grande Jatte.


Puntillismo


El Puntillismo es un estilo de pintura que aparece por primera vez en 1883, encabezado por el pintor neoimpresionista Georges Seurat, y contando con entre sus más fieles seguidores tales como Henri Edmond Cross y Vlaho Bokovac. El procedimiento empleado por estos artistas, consistente en poner puntos de colores puros en vez de pinceladas sobre tela, fue el resultado de los estudios cromáticos llevados a cabo por Georges Seurat (1859-1891), pintor francés, quien en 1884 llegó a la división de tonos por la posición de toques de color que, mirados a cierta distancia, crean en la retina las combinaciones deseadas. Otro de los más importantes seguidores del puntillismo fue Paul Signac, participante junto con Seurat y otros neoimpresionistas en la fundación de artistas independientes (1884), todos ellos seguidores del puntillismo o divisionismo.
Este movimiento, dentro de las coordenadas del Postimpresionismo, parte también de la imagen de la naturaleza, es decir, del mismo motivo que los impresionistas, pero para ellos serán unas leyes físicas y fisiológicas muy determinadas las que caractericen la esencia de la pintura. Su material de reflexión serán, sobre todo, los escritos de Charles Blanc y, de un modo más radical los impresionistas, los tratados científicos de Cheverul, Sutter, Rood y otros. Gracias a ellos, el Puntillismo vio abierto ante sí un campo en el que su tarea habría de ser la aplicación metódica de sus conocimientos y la reconciliación de los rígidos principios del dibujo con los principios ópticos intuidos por los grandes coloristas. La mente lógica y reflexiva de estos pintores pedía la reducción del instinto al orden, del impulso al cálculo, reduciendo a lo esencial, no sólo los temas de la vida moderna o el paisaje, sino también el método impresionista de presentarlos.